Las grietas pueden afectar a cualquier edificación, construcción o estructura. Para poder ofrecer una solución adecuada a estos problemas, es necesario saber de dónde provienen y por qué aparecen. En ocasiones, pueden aparecer en una edificación grietas por problemas de asentamiento del terreno y de la cimentación.
Podemos dividirlas en dos grandes tipos:
Las grietas que afectan al revestimiento, comúnmente denominadas fisuras, tienen consecuencias principalmente estéticas. Suelen estar debidas al deterioro producido por los agentes atmosféricos con el paso del tiempo, a la presencia de humedad por capilaridad o a una incorrecta aplicación del yeso.
Los otros tipos de grietas las denominamos grietas estructurales y van más allá de la estética, pudiendo afectar a la estabilidad del edificio, son grietas por problemas de asentamiento del terreno o de la cimentación. Estas grietas dañan el muro y se hacen visibles en todo o parte de su espesor.
¿Tus grietas son superficiales o profundas? Aprende a diferenciar entre grieta y fisura.
Las grietas estructurales surgen cuando la cimentación de una estructura se desestabiliza, ya sea por fallo de la propia cimentación o del terreno de actuación de la misma.
Esta desestabilización, conocida en el sector técnico como asientos diferenciales, puede tener las siguientes causas:
Por suerte, las grietas por problemas de asentamiento del terreno y de la cimentación tienen solución. En el caso de las grietas estructurales es conveniente que las medidas de actuación sean lo más rápidas y eficaces posibles, ya que el edificio puede encontrarse en peligro.
Después de un análisis técnico, se determinará el origen de las grietas. Una vez identificado, en DIFECH ofrecemos dos soluciones: