Durante el proceso de restauración de la Torre de la Escalera del Palacio de Grajal de Campos en León, declarado Bien de Interés Cultural en junio de 1931, se ha visto necesario reforzar parte de los cimientos debido a que se había producido un asiento de estos.
Continuas filtraciones de agua en el terreno de relleno sobre el cual apoyaba la cimentación, han dado lugar a un lavado de finos, es decir, a una disminución de la masa de terreno por resta de material (y por lo tanto, un asiento diferencial de la estructura).
¿Qué solución planteamos para el recalce de cimentaciones?
Nuestra gran prioridad era encontrar una solución poco invasiva para no dañar el palacio, que permitiera el acceso a zonas difícilmente alcanzables como el interior de la escalera y que al mismo tiempo permitiera transferir las cargas al terreno firme.
Para esto, contábamos con el micropilote de hinca PushPile que nos permite cumplir todos los requisitos, siendo una técnica que no utiliza herramientas pesadas o máquinas de gran tamaño.
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¿Cómo hicimos para reparar el recalce de cimentaciones?
- Realización de los encepados que transmitirán las cargas de la estructura al terreno firme.
- Colocación del gato hidráulico e hinca de los tubos modulares que constituyen el micropilote.
- Unión con soldadura del micropilote a los tubos instalados en los encepados.
- Desmontaje del gato hidráulico y corte de la parte del micropilote que sobresale por encima de la soldadura realizada anteriormente.
Y por último… El resultado
La obra duró dos días de trabajo y se instalaron 6 micropilotes a una profundidad media de 9 metros. Además, se consiguió un levantamiento en cada micropilote de hasta 1 mm, lo cual ha permitido recuperar parcialmente el asiento de la estructura ocurrido hasta el momento.